domingo, 27 de octubre de 2013

Tonta, muy tonta.

¿Quién no ha pensado esto alguna vez cuando esto cuando el chico que nos gusta está con otra?

Todas lo hemos pensado, la hemos criticado e incluso hemos "investigado" sobre cómo es para ver si así podemos romper esa relación. O por lo menos, que él se plantee que hace con una persona como esa... A veces, somos así...hasta cuando no queremos nada más con esa persona, hacemos comparaciones, nos autoconvencemos que somos mucho mejor que "la otra" y nos imaginamos cómo será. 

Así es, siempre que existe esa "otra" nos convencemos que no serán felices, somos capaces de hacer una lista de posibles inconvenientes para esa relación. Y es en ese momento en que pensamos que ojalá sea tonta, que no tengan nada en común, que se de cuenta de lo mucho que valgo yo y la deje porque me echa de menos...Seamos realistas, esa es la idea que tenemos en la cabeza y con la que fantaseamos día y noche, riéndonos de lo poco que van a durar. Pero no será así, durarán lo que tengan que durar y además, nosotras estaremos ahí para verlo y tener que mordernos la lengua.



"No la conozco y lo siento, pero ya me está cayendo mal..."

Pues sí chicas, así somos muchas veces, pero debemos reconocer que en algunas ocasiones nos equivocamos. Alguna de esas que deseamos que sea "tonta, idiota" es una de las mejores personas y quizá nunca lo descubriremos. Por suerte, a mi me ha pasado...después de querer que lo dejaran, criticarla a más no poder, desear que sea la peor persona que existe...después de todo esto, y muchos años de por medio, en esa "otra" he encontrado una gran amiga, gran confidente y una de las mejores personas que seguramente exista en este mundo. Y ahora nos reímos de todo aquello, porque nos hemos dado cuenta que aquello que nos ha hecho conocernos ha sido lo mismo que hace años nos hizo no querer saber nada la una de la otra. Él. Compartimos amor, aunque de una manera un tanto extraña. Compartimos tiempo, salidas y hasta vacaciones, yo por estar con él y él por estar con ella, nos llevó a ser tres, aunque nunca revueltos. 

Hoy, seguimos siendo tres, y la situación es totalmente diferente. Somo por un lado nosotras, dos personas que aun sabiendo que aquello que pasó deberíamos habernos hecho enemigas de por vida, pero hay gente buena, ella en concreto es de las mejores personas que nunca he conocido. Por otro lado, somos él y yo, dos conocidos que comparten poco.

Y aunque creo que gracias a ese "odio" he conocido a una gran amiga, seré sincera: seguiré pensando que cualquiera que sea "la otra" del chico que me gusta, será tonta, idiota y algo fea. Porque soy así, somos así, nos gusta ser así y eso no debemos cambiarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario