martes, 27 de octubre de 2015

Me despedí sabiendo que no quería irme...

A veces toca hacer aquello que es correcto,  a veces las personas no somos capaces de luchar por ser aún más felices y es por eso que, nos conformamos con lo que tenemos.  Esta vez no quiero conformarme, esta vez quiero quererme más que nunca,  y ser todavía más feliz... Y seguir adelante, por mi, por mi vida y mi felicidad.  

Sé que puede ser difícil de entender, que prometí no irme más, ni pedirte que te fueras tú, pero sabes una cosa?  No puedo hacer como si nada, no puedo pasarme el día esperándote sabiendo que es muy poco lo que voy a tener de ti. Odio nuestras despedidas, sin prácticamente tiempo a despedirnos. Esas en las que con un poco de suerte puedo llegar a tiempo a leerlo y dar conformidad a que he leído dicho mensaje. 

Pero yo no quiero eso, yo quiero un "buenos días" lleno de risas, besos y miradas de complicidad; un "qué has comido" regañándome porque he comido poco y seguramente, mal; y quiero un "buenas noches" lleno de preguntas sobre mi día, historias sobre el tuyo, tú trabajo y hasta tus historias, con las que fantaseas,  también que ese "buenas noches" esté lleno de besos, caricias y muchas cosquillas, de esas que me hacen perder el control, y si puede ser, que acabe en un abrazo para verme dormir junto a ti. 

Y como todo esto es solo lo que yo querría,  eso que me encantaría tener, pero no puede ser...creo que me tocará despedirme de ti, no podré seguir haciendo como si nada estuviera pasando en mi cabeza o con mis sentimientos.  Cada vez que me planteo despedirme, se me forma un nudo en la garganta, pero no es peor que el nudo que se me forma al saber que ya no podemos compartir nada de lo que teníamos.  Así que te vuelvo a dar las gracias, por aparecer,  por darme ganas de volver a creer,  de confiar y hasta de ilusionarme.  Porque aunque estemos destinados a "no ser", sé que una parte de ti, está tan triste como yo, de saber que la vida no siempre es cómo nos gustaría,  que las cosas no se planean y que si me despido de ti, es por reencontrarme a mi.  

Porque me iré y lo haré despacio, por si a ti te diera por correr hacia mi y arrancarme la piel.  

domingo, 11 de octubre de 2015

Carta para ti

Querido P, 

sólo tú serías capaz de saber que esa "P" que no tiene nada que ver con tu nombre ni con el mío, va dirigido a ti, a nosotros. Que esa "P" dice mucho más de lo que nunca podrá decir un "te quiero" en muchas relaciones, que en este tiempo me he dado cuenta que puedo sentir celos, puedo sentir miedo a perder y no me gusta, pero creo que nunca he sentido lo que siento. Es verdad que nos empeñamos en decir cada vez que nos enganchamos a alguien, que ésta vez será diferente, que notas que ya es diferente, pero terminamos siempre de la misma manera. En cambio, siento que ahora sí es diferente...Y lo es porque yo misma he sido incapaz de cometer locuras de las que poder arrepentirme, que des del momento que mi cabeza me mando la señal de que tú estabas invadiendo mis pensamientos y podías colarte en mis sentimientos, des de ese mismo momento, me he vuelto cauta, más prudente y controladora si cabe y esto, créeme, es por ti.

Me encanta saber que tendré un mensaje tuyo en algún momento del día, que con un poco de suerte tendré mil mensajes tuyos y no solo mensajes serios, tendremos conversaciones simples, de esas que nos hacen reír con palabras absurdas, pero que tanto nos gusta decirnos para hacer reír al otro. Es cierto que nunca había creído que alguien pudiera gustarte en tan sólo 90 minutos, pero fue así...después de ese primer día, no dejé de pensar en ti, de buscar la manera de verte, de pasar contigo aunque sea un segundo, poder mirarte a los ojos, saludarte, hacernos reír y despedirnos. Y sé que es una locura, pero no puedo controlar mi locura por ti, no puedo pedirle a mi corazón que se controle cuando te ve, que no palpite, no puedo. Tampoco puedo pedirle a mi sonrisa que no se asome a saludarte, porque es inevitable. Y mis ojos, a esos sí que no puedo pedirles nada, ellos brillan con tantas ganas que cualquier lucero les tiene envidia, sabes una cosa? Hay cosas que las miradas no pueden esconder, y eso me sucede a mi contigo. 

Y aunque sé que la vida no es fácil, que nosotros la complicamos siempre un poquito más y que quizá nunca lleguemos a dar ni un paso más, quiero darte las gracias por aparecer, por estar ahí, por quedarte incluso cuando yo me fui, cuando te pedí que te largaras de mi vida, cuando volví arrepentida y cuando me miraste a los ojos y fuiste la persona más sincera que he conocido nunca. Gracias porque me has dado un poquito más de vida, de ganas, de risas y de buenos momentos. Gracias porque cada vez que te doy las gracias, me mimas un poco más, porque aunque te gusta sacarme de mis casillas, me tienes siempre mimada. Gracias por luchar por mi y porque sé que a tu manera, me quieres más de lo que dices, más de lo que creo y de lo que nadie espera. Si te cuento un secreto, yo también te quiero, no para casarme contigo ni cometer cualquier otro tipo de locura pasional. Te quiero por la persona que eres. Y aunque siempre intento hacerme la fuerte, sabes de sobras que soy sensible, que mis sentimientos están a flor de piel y que tú tienes mucho que ver. 


Pero la vida sigue, contigo o sin ti, yo prefiero que sea contigo cerca, para no perderte.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Sin tocarme

Tantas vueltas da la vida...

Siempre pensé que serías el único que me inspiraría a escribir, el único que me volvería loca sin tocarme, el único que querría que lo dejara todo por mi, pero no ha sido así. Hoy sé que puedo volver a enamorarme, pero de verdad, de alguien que me quiera, que existe esa persona que me hará feliz. Quizá no para siempre, quizá no lleguemos a estar juntos, pero sé, por fin, que existe alguien más que me ha hecho olvidarte, quitarme las ganas locas de verte, besarte y pasar ni que sean 2 minutos a tu lado, y eso me ha hecho feliz. 

Me ha costado reconocerme que esto es así, pero tú me conoces y sabes que no soy capaz de decirte que no una vez y mucho menos un mes entero, que sé que te puedo tener en cualquier momento, cualquier día y estoy haciendo larga la espera, porque sé que no quiero verte a ti, quiero verle a él. Ese que me ha hecho sonreír sin pedir nada, ese que se preocupa por si como, por si duermo...ese que lleva meses en mi cabeza. Al principio, no quería verlo, otra vez me había vuelto a enganchar a cualquiera que me daba algo de cariño y me empezaba a prestar atención, pero sé que no es así. Sé que me gusta, me ilusiona, me atrapa, me vuelve loca...y todo sin tocarme, por eso sé que no es como tú. Seguramente no será nada, sólo una ilusión más...una locura más. Pero pienso vivirlo tan intensamente, como si fuera a ser real. 

Sé que esto parece una comparativa, para ver quien es mejor, pero no es así. Es una comparativa para ser consciente que él tiene eso que tú nunca tendrás, y me encanta, aunque no lleguemos a tocarnos y besarnos como lo he hecho contigo, él tiene la facilidad de darme mucho más que tú, sin tocarme. Con él comparto otras muchas cosas, más sencillas, menos salvajes pero más sinceras, y créeme no hay comparación. 

Hoy sé que he vuelto a sonreír de verdad, con ilusión, que un mensaje suyo con un simple "Buenos días" me saca la mejor sonrisa que he tenido en muchos años, que él no duerme si no sabe si he llegado a casa, y eso no lo he tenido nunca. Te aseguro que tengo más miedo que nunca de sentir lo que siento, sinceramente nunca tuve miedo a sentir, siempre me lancé sin preocupaciones, que si he querido entrelazarme con alguien lo he hecho sin pensar en nada, sin problema a sentir. Pero esta vez es diferente, no quiero entrelazarme sin más, no quiero besarle una vez cada mil horas, no quiero que me roce y me duela después. Quiero que esto que siento sea real, que no duela y si duele que sea por no llegar a tenerle nunca a mi lado. No me gustaría perderle, en cambio a ti te he perdido tantas y tantas veces, que ya no duele. Pero te doy las gracias, por enseñarme a no querer a nadie como a ti, a no engancharme a nadie como lo hice contigo, a no sacar mi lado tan cruel con nadie como siempre hago contigo. Gracias, porque ahora sé lo que sí quiero, lo que merezco, lo que quiero dar y lo que se merece cualquier persona que pueda estar a mi lado, ya sea 1 segundo, mil horas o toda una vida. 

Y ahora, que no sé qué me depara el futuro, sólo sé que siento y siento de verdad, por fin, vuelvo a sentir y lo ha conseguido él, sin tocarme.

domingo, 19 de abril de 2015

Tú y yo, nunca nosotros.

Tú y yo, nunca seremos nosotros. 

No me gusta decir "nunca" pero en este caso estoy tan convencida que no me da miedo, lo creo y sé que lo nuestro nunca llegará a nada. Nos encanta buscarnos, encontrarnos, alejarnos y volver a empezar otra vez. La verdad, no tengo claro porqué nos pasa esto. Sabemos que juntos disfrutamos, nos volvemos locos el uno por el otro, nos deseamos con tantas ganas, que pienso que ese es el problema. Siempre hemos conseguido sacar el uno del otro lo mejor, pero también lo peor, lo más negativo, lo más oscuro...lo más duro. Somos capaces de besarnos sin fin y después olvidarnos - o por lo menos intentarlo- como si no nos importásemos. 

Sé que siempre me repito una y mil veces, que ésta será la última vez que vuelvo a caer en la tentación de verte, de besarte, de tenerte...pero soy débil. Mis amigos no se sorprenden, pero tampoco lo entienden. Sé que soy consciente que no debería verte, ni hablar contigo y mucho menos volver a entrelazarme a ti...porque cuando te vas, la única que siente que te llevas un poquito más de mi, esa soy yo. Siento que me arrancas de a poquito mi corazón. Te vas llevando mis ganas de conocer a otro, mis ganas de mirar a otro con deseo, con ganas, con ilusión... Estoy convencida que ahí afuera hay alguien que sabrá quererme, valorarme, hacerme reír y sentirme feliz, pero de momento en mi cabeza, en mi corazón...en todo, estás tú. 

Cuando mis padres me cuentan que llevan toda la vida junta, queriéndose. Siempre les digo que me parece una locura, que creo que han tenido mucha suerte, pero que tampoco han tenido la oportunidad de querer a nadie más. Pero sinceramente, siento una gran envidia. Yo llevo toda la vida queriéndote y tú, sé que en algún momento me has querido, pero nunca de la misma manera que lo hago yo.

Quizá es el momento de olvidarte para siempre, de no quererte nunca más, de no volver a verte a solas y mucho menos, a besarte. Quizás...

Sólo sé que tú y yo, nunca seremos nosotros. Por mucho que nos encontremos una y mil veces, siempre seremos tú y yo, nunca nosotros. Y créeme, es una pena que no lleguemos a serlo.