martes, 25 de noviembre de 2014

Romance

Soy de las que piensan que es mejor no ponerle nombre a las cosas, no definir una relación, que la vida es el día a día y que vivir el momento siempre ha sido lo mejor. Pero desde hace un tiempo mi vida, poco a poco, ha ido cambiando, ha tomado un rumbo diferente. Desde que tomé la decisión de no compartir mi vida con ninguna pareja, he ido reencontrándome con gente del pasado, he conocido gente nueva, que ya no forman parte de mi vida - y eso que estuvieron mucho tiempo- y te he conocido a ti. Tú, que nunca antes me habías despertado curiosidad, pero imagino que el día a día, el destino o lo que quiera que sea, nos fue acercando. 

Recuerdo la primera vez que dije tu nombre, no sabía muy bien ni como pronunciarlo y fue un momento peculiar, supongo que eso fue lo que me hizo acordarme un año después de ti. Nos volvimos a encontrar en el mismo escenario, pero con papeles diferentes. Ahora nos encontrábamos para compartir días, horas, trabajo...y la verdad, me resultó indiferente, lo único que recordaba era tu nombre, ese que tanto me costó decir en público. Nuestra relación fue cordial desde el primer momento -si alguien me llega a decir que esto pasaría, créeme, me hubiera reído a carcajadas- con el paso de los días, empezamos a hablar, nunca tuvimos mucho trato. No fue hasta que mi vida volvió a cambiar, que empezamos a relacionarnos más. Compartíamos algunas conversaciones, risas, anécdotas, curiosidades...poco a poco, empezamos a compartir la sobremesa (cada cual comía solo en su mesa, y yo, no sé si atrevida, me sentaba contigo a comer el postre). A partir de ese primer día, tú me hablabas más y te preocupabas por si estaba bien. Empezamos a compartir más conversaciones, la curiosidad por saber cada uno del otro fue a más, y empezamos a compartir mesa, te quedabas durante horas a mi lado, sin tener nada que hacer...y así pasaron los días hasta que me invitaste a salir. Según tú, era una quedada inocente, pero yo sabía que no era así. Ya me habías comentado las ganas que tenías de verme a solas, de saber si podías besarme y si yo lo aceptaría. 

Sé que te sorprendió conocerme fuera del lugar que compartíamos, pero también sé que te gustó. A mi me gustó verte en otro entorno, y me sigue gustando, me siento bien a tu lado, pero sé que tarde o temprano esto debe acabar. Lo que para mi es un momento de locura, una aventura, para ti es un romance, un tipo de relación, que no sé muy bien cómo lo denominas. Que siempre me recuerdas que debemos compartirnos, pero tú eres el primero que no lo lleva nada bien. Aunque si te soy sincera, en el fondo, también me gusta que te salga ese punto de celos que a mi me falta muchas veces. No creas que nunca me entran ganas de parar algunos pies, pero no puedo y sobre todo, no debo.

De momento, por lo que pueda pasar, tengo pensado vivir el día a día y si quieres, compartir ciertos momentos contigo, que los dos somos adultos y sensatos y creo que pase lo que pase, esto puede ir bien aunque terminemos con esta "relación". Que me quedo desde el primer mensaje hasta la última risa, las caricias, tus historias y lo que más me gusta, tus miradas a escondidas. Que nadie entiende como puede ser que tengamos esas discusiones de golpe, y al rato estemos riéndonos, pero es que nadie sabe lo que existe más allá de esas paredes. Que por mucho que me haga la dura, me encanta que me mimes, porque de momento, sé que eres lo que me gusta tener, compartir y disfrutar. Así a ratos, por partes y sin miedo, porque si en algún momento el miedo me atrapa, te aseguro que te lo diré, porque creo que después de todo ya tenemos la confianza suficiente para decirnos las cosas mirándonos a los ojos. Y como tú bien me dices muchas veces, lo único que espero no perder es la cordialidad, el bienestar, las buenas palabras y la buena relación. 

Y aunque sé, que mucha gente no entendería esto, no compartiría lo que hacemos y no aceptaría las condiciones, a mi, de momento me basta, lo acepto y lo vivo con ganas. Que nunca se sabe que pasará mañana, pero lo bueno que tenemos hoy, ya lo hemos vivido. Y que por muy curiosa que me parezca tu definición de nuestra relación, me hace reír y creo que eso es de las cosas que más te gustan. Y a mi, aunque no te lo diga también. Me gusta lo que hay, lo que compartimos y lo que decidimos hacer. Me quedo con eso, con los buenos ratos y con la facilidad de no pedirme nada a cambio, y te lo agradezco.

Aunque si me descubro ante ti, lo que más me gusta -por mucho que te diga que no te creo- son tus ganas de hacerme ver, entender y creer que soy la única, que a mi no me quieres mentir y que me miras a los ojos para contarme lo que sucede en tu vida, que quieres que te conozca y que no me canse de ti. Eso me gusta de ti, de las personas en general.

Me quedo con tus ojos cuando me miran sinceros.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Señora

Después de dos semanas sin ti, de no ser del todo consciente que no volveré a verte jamás, me atrevo a dedicarte unas palabras. 

Siempre fuiste la mejor abuela del mundo, incluso cuando me reñías de aquella forma tan peculiar, cuando el abuelo me defendía y tú, acababas riñiéndole a él también por "defender a esta niña". Sé que nunca fuiste demasiado cariñosa, y puede que nunca me dijeras cuánto me querías, pero sé que todos y cada uno de nosotros eramos parte muy especial de ti. Estos dos últimos años han sido complicados, ver como poco a poco ibas olvidándote de ciertas cosas, a veces incluso de nosotros, mi nombre, mi edad...pero eso no es nada comparado con ver como te ibas consumiendo, los últimos meses han sido muy duros, créeme que hemos intentado quitarle importancia, haciendo bromas hasta el final, recordándote pequeñas anécdotas de tu vida, de nuestra vida, de la familia. 

Sé que nunca nadie dirá mi nombre como tú lo decías, porque antes del mio eras capaz de llamar a todas tus hijas y por último decir mi nombre al completo (como solo tú lo decías). Tenías mucha palabrería peculiar, pero me encantaba escucharla de tu boca. Incluso esas palabras "malsonantes" que he heredado y cada vez que las digo, sólo pienso en ti. En esa forma de hablar. Tu acento, del que tantas y tantas veces hice imitaciones, ese acento, me encantaba. Y ahora, ahora empiezo a ser consciento que nunca más lo voy a poder escuchar. Tenías una forma muy particular de decir tus cuatro palabras en catalán, palabras que ni siquiera muchos catalanes dicen bien - creo que eso es lo que más me gustaba de que las dijeras, que no eran las típicas palabras - porque son palabras algo rebuscadas. 

Hoy, algo más consciente de que no estás, de que no sé si existe algo una vez se acaba la vida, hoy sé que por fin, diez años después, os habéis vuelto a reunir y eso es lo único que me consigue arrancar un suspiro de aliento. Porque sé que allá donde estéis, estáis juntos de nuevo, que ahora tengo dos ángeles que me cuidan, los mismos que me cuidaron desde que nací. Los mismos que me consentían cuando era pequeña, cuando no quería comer y cualquiera de los dos me preparaba otra cosa, esos dos ángeles de cabello plateado, que se dejaban hacer y deshacer mil cosas por cualquiera de nosotros, vuestros nietos. Todos nosotros, por suerte, hemos podido disfrutar de vuestra compañía, de él algo menos, de ti un tiempo más. 

Podría pasarme escribiendo sobre ti, sobre vosotros horas y horas, pero creo que he tenido la suerte de poder decirte todo lo que quería. Pero lo que más me gusta es que quizá haya sido el destino, pero este último año he conseguido aprender cosas que tú siempre me dijiste que eran importante para ser una persona de provecho: he aprendido a coser, he mejorado cocinando, sé valerme por mi misma y soy independiente. Pero sé que para ti era mucho más importante que fueramos trabajadores y estoy convencida que eso lo hemos heredado y aprendido de vosotros, tan trabajadores y luchadores. Gracias por sentirte orgullosa de los que hemos querido estudiar y tener una carrera, él también lo estaría pero no pudo verlo. Gracias también por sentirte orgullosa de los que decidieron no estudiar y trabajar, porque siempre nos dijiste que lo importante es trabajar y salir adelante. GRACIAS por aceptar los cambios de la vida, porque sé que aceptaste "modernizarte" por nosotros.

Gracias por darme esperanzas en cosas que son importantes para mi, por aguantar mis tonterías incluso cuando peor estabas, porque hay gente que nunca entenderá algnas de nuestras conversaciones, algunas de nuestras bromas, nuestras historias -pero es que son nuestras-, por aguantarnos a todos durante tantos años...Gracias por darnos esta familia. 

Sabes que esto no es una despedida definitiva, ya que nadie muere hasta que no se le olvida, y créeme que a ti no pensamos olvidarte, igual que nunca lo hemos olvidado a él. 


Hasta siempre...Señora.


lunes, 22 de septiembre de 2014

Lo prohibido

Me gusta lo que me cuentas, lo que me dices, lo que me haces...me gustas tú, porque eres lo prohibido, lo que solo puedo tener de vez en cuando, aunque sé que puede terminar explotando. Incluso puede tener un precio muy caro que pagar. Pero si te soy sincera, me das muchas cosas buenas, muchos momentos que me gusta compartir contigo. Sé que eres lo prohido, que seguramente no debería aceptar este tipo de relación, pero también sé que ahora mismo es lo que necesito. 

Los dias contigo son diferentes, quizá no debería aceptar ser una más, seguramente nadie pueda entender porque lo hago o porque lo quiero permitir, pero después de buscar a la persona ideal, de pasar una gran parte de mi vida acompañada por alguien que creía que daría la vida por  mi...he decidido vivir mi vida. Y disfrutar de lo que me ofrece. 

Que esto es un juego peligroso, que algún día, en algún momento tendremos que acabar con estas quedadas a escondidas, estos momentos de no pensar en nada ni nadie que no seamos nosotros, que sé que no soy la primera - ni seguramente la única - pero que no me importa. Me encanta saber que estás pendiente de mi, que te fijas en aquello que hago o digo. Me gusta como me miras cuando nadie nos mira, así cómo buscas el contacto -un roce tonto; un tirón de pelo; recorrer mi tatuaje, ese que tanto significa para mi - para ponerme nerviosa, porque eres consciente que no soy la persona fría que pensabas. Es verdad, me gusta dejarme querer, que te salga esa forma tan peculiar de decir cosas bonitas, que aunque diga que no me gusta que seas creído, que te quieras y que me digas cosas bonitas, me encanta. 

Y aunque no te lo vaya a decir, me encantaría compartir una noche, que me despertaras con tus besos, tu palabrería y tus pequeños detalles, que siempre tienes. 

Así que aún siendo consciente que esto no es una relación sana, que puede terminar mal, que puede hacer daño a una tercera persona y que no soy a la única que le regalas palabras y detalles bonitos. Aún así, pienso disfrutar de cada segundo de risas, placer, cosquillas, miradas, caricias...cada cosa buena que me das. Y créeme, espero que algún día me puedas ofrecer "ese despertar del que me hablas e intentas convencer que me gustaría". De momento me quedo con lo prohibido.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Vivir mi vida.

Supongo que no ha llegado mi momento, o la persona adecuada. Quizá yo no sé comprometerme para "siempre" con nadie...o simplemente, no quiero compartir toda mi vida con alguien. No lo sé, sólo sé que mi vida pasa por etapas o momentos de querer y no saber. Puede que no sepa darme cuenta de lo que tengo, de aquello que alguien me ofrece sin mirar a nadie más. Soy algo más complicada, me gusta el riesgo y acabo precipitándome por un barranco sin ningún tipo de ayuda.

Sé que tú eres por el que muero, ese que me saca todo lo bueno, y también lo malo, que eres el que "peor" me ha tratado siempre, pero el que más me ha enganchado a su vida. Que hay otros que han sabido y saben cuidarme y tratarme como tú nunca lo harás, pero esos por el momento, no me convencen. Y sé, que seguramente estoy perdiendo la oportunidad de ser feliz con alguien que daría la vida por mi, pero no puedo ser egoista y quedarme con alguien sin quererle de verdad. 

Creo que estoy perdiendo algunos trenes, y sé que alguno me haría la persona más feliz del mundo, pero no me atrevo...no debo estar preparada. Sé que no soy justa y me acobardo ante la idea de luchar por algo, por alguien, por el amor - qué miedo me da decir esta palabra - pero ahora mismo me siento feliz conmigo misma y estoy viviendo mi momento, de la forma más egoista que nunca lo hice. 

Puede que no esté comportándome de la mejor manera, que estoy pensando en mi y sólo en mi, pero también puede que no me haya servido de mucho pensar en los demás en los últimos años, así que de momento, voy a seguir dándome el gusto de pensar en mi, y en nadie más. No quiero hacerle daño a nadie, ni que nadie me lo haga a mi, pero también sé que yo no tengo ningún compromiso con nadie, que mi vida es mia y me quedo con eso. Que es cierto, me encanta verte y compartir un rato, no necesito saber si sólo pretendes divertirte conmigo; que es cierto, también, que comparto tiempo e incluso cama con quien no debería, porque alguien le espera en casa, pero esa es una decisión que a mi no me corresponde tomar. Que por estos mismos motivos, he perdido a alguien que era muy importante, pero creo que la gente tiene razón, alguien a quien le importas no desaparece de la noche a la mañana con excusas.

Así que voy a seguir pensando en mi, disfrutando de mi vida e intentando ser feliz, y aunque suene egoista... no voy a mirar si quien quiere estar conmigo moralmente debe o no, pensaré en si a mi me apetece.



*Carpe Diem*

miércoles, 20 de agosto de 2014

Amor

Siempre pienso que no es fácil definir qué es el amor, que cada persona lo ve y lo siente de una manera, diferente, pero no por eso es mejor ni peor, simplemente diferente

Hoy una compañera me ha enseñado el regalo que le ha hecho su marido, por sus 25 años juntos, me ha explicado la sorpresa que le había preparado, para pasar dos días preciosos. Ver ese brillo en sus ojos, me ha hecho recordar cómo me gustaba sentir esa felicidad, pero también que hace mucho que no siento esa ilusión por nadie. -Que me encantaría estar a tu lado toda la vida, pero que ni siquiera sé si sería capaz de pasar todo un día contigo sin pensar que necesito mi espacio.- Mientras ella me explicaba lo bonito que había sido todo, yo pensaba en ti, pensaba en mi...y le he dicho lo que pensaba: No me veo capaz de compartir mi vida con nadie tanto tiempo. ¿Cómo lo hacéis? - Ella me ha contestado algo, que me ha encantado:

Es muy difícil mantener una relación tantos años, lo importante es saber que tu tienes una vida, la otra persona otra, son vidas paralelas pero anexas, que comparten una gran parte, pero siempre con libertad y cada uno con sus cosas, su espacio. 

Me encanta esa definición. 

"Vidas paralelas, pero anexas" me quedo con eso, yo quiero eso. Quiero mi vida, pero quiero compartirla contigo, compartir mis buenos y malos momentos, pero siempre respetando el espacio, los gustos, el tiempo y todo lo que necesite el otro. Puede que duremos juntos un día, tres meses, 30 años o toda una vida, pero si tú quieres, podemos intentarlo. No te pido nada más que cuidarnos mutuamente, respetarnos y ser sinceros. Creo que sólo con eso tendríamos una bonita relación.

Hoy me quedo con esa sensación de felicidad, esa envidia que me ha hecho sentir las palabras de mi compañera, envidia buena, sana, porque creo que no hay nada más bonito que ver feliz a alguien que siempre tiene una sonrisa y una buena palabra para ti. 


Y como ella siempre me dice...

*¿Para qué voy a preocuparme por un problema?
Si tiene solución, no es un problema. Lo soluciono; y si no la tiene, tampoco es un problema, lo dejo pasar.*


Gracias y mil gracias P, creo que desde que te conozco mis días son más positivos y eso, me encanta.

lunes, 11 de agosto de 2014

Sin saber por qué...

Es verdad que muchas veces decimos eso de "esta canción me recuerda a ese momento de mi vida", y es totalmente cierto, que hay canciones, paisajes, olores...que nos recuerdan a ciertos momentos de nuestro pasado, a ciertas personas de nuestra vida. Pues eso es lo que me sucede con la nueva canción de Vanesa Martín "Sin saber por qué", me recuerda tanto a ti, a mi, a nosotros. 

¡Qué curiosa la vida! Siempre he encontrado una canción para describir nuestras historias que tanto se interrumpen, que tantas y tantas veces dejamos para volver a retomar, de mejor o peor manera, pero siempre sin saber por qué...

Parece que todos lo ven y yo sigo ahí, 
sin saber por qué...
excusándote, excusándome...
y yo sigo ahí, sin saber por qué...
sin tener por que.

Mis amigos ya no se sorprenden de nada cuando les cuento que te he vuelto a ver, que hemos vuelto a quedar y que ha sido tan bonito como siempre, o incluso mejor que la última vez. Siempre es mejor. Aunque también es verdad, que cuando les digo que hemos vuelto a discutir y que nos hemos dicho de todo lo malo, lo peor. En ese momento, ellos tampoco se sorprenden. Ya saben como es nuestra peculiar relación, que eso del amor-odio entre dos personas, existe, y somos nosotros. Nosotros que somos capaces de sacar lo mejor del otro, ese lado más humano, el más tierno, el más bonito...pero que al mismo tiempo, somos capaces de sacar de lo malo, lo peor. Toda la rabia, todo el mal humor, todo eso que nunca serías capaz de decirle a nadie, tú y yo, somos capaces de decírnoslo el uno al otro, mirándonos a los ojos y diciendo que esa será la última vez que nos volveremos a ver. Pero sabemos que no es cierto. 

Recuerdo el último día que eso nos sucedió, te eché de mi casa, de mi cama, de mi vida...te repetí una y mil veces, que te odiaba, que eras la peor persona que nunca había conocido y que no volveríamos a hablar nunca más. Sabes que no lo sentía, pero en ese momento sólo me dijiste: "no me digas eso mirándome, porque puedo sentir tu odio y no me gusta". Aún así, aguanté con mi orgullo, mi soberbia, mi prepotencia. Quería demostrarte que no eras tan importante en mi vida como tú creías...me estaba engañando a mi, y te estaba haciendo daño a ti. 

Después de eso, nos volvimos a hablar al día siguiente, como si nada. Volvimos a tener nuestras conversaciones de cuanto hemos cambiado, aunque la esencia es la misma. Fuiste uno de los primeros en felicitarme por mi cumpleaños con una de esas frases que tan poco me gustan si me las dice cualquiera, pero que me saca una sonrisa tonta y enorme si me lo dices tú. Y otra vez, todo vuelve a empezar: los mensajes a media noche; los comentarios absurdos; el recordatorio que tenemos que quedar; las conversaciones sobre nuestros trabajos; las vacaciones que nos gustaría hacer juntos; las novedades que debemos contarnos en persona. Tantas cosas que sin saber por qué...hacemos a medias. 

Podría pasarme días, semanas, meses, años...escribiendo sobre ti, sobre no-sotros, pero hoy solo escucho la canción...y pienso en ti.



Recuerda que...yo sigo ahí, sin saber por qué...


martes, 1 de julio de 2014

Las cosas de la vida.

Después de un tiempo de desconexión creo que debo retomar mi vida con todo tipo de historias, hoy después de algún que otro altibajo, decido buscar todos los recuerdos buenos que he ido guardando en mi memoria a lo largo de mi vida. Está claro que no puedo escribirlos todos, pero algunos son muy singnificativos porque me recuerdan diferentes etapas de mi vida, y de todas, conseguí grandes aprendizajes. 

  • Reir sin parar en clase, hasta llorar sin control y que los profes nos llamaran una y otra vez la atención. Con la típica amenza "os separaré", sin recordar que gracias a nuestros apellidos seguiríamos juntas toda la etapa. 
  • Ir en mi viejo coche hasta el instituto cada día, sin radio, pero con unos geniales altavoces a pilas. Cantando y bailando siempre la misma canción. 
  • Salir de fiesta como "si no hubiera mañana", siendo conscientes que teníamos mucho que estudiar. 
  • Los bailes y canciones sin sentido que improvisábamos en clase, simplemente para pasarlo bien. 
  • Trabajar con los más pequeños y enseñarles cosas tan básicas como reir, jugar, bailar, cantar...sin obligarles a estar sentados en una silla. Sé que no debe ser muy profesional enseñarles a hacer la conga o simplemente correr por la escuela, pero me parecía mucho más enriquecedor para su aprendizaje. 
  • Los tartazos en las comidas familiares, no sé porqué en mi familia tenemos esa extraña manía, pero es realmente impresionante poder hacerlo.
  • Las fotos que la peque me pide hacerme con ella, con la única intención de taparme la cara, reir a mi costa, poner caras feas y pasar un buen rato. 
  • Las comidas con los compañeros de trabajo, hace poco que estamos juntos y cada día me siento más cómoda. 
  • Las carreras hasta la estación llegando casi sin aliento, pero juntas, ríendo y buscando alguna excusa para seguir riendo. 
  • Las conversaciones sin sentido que normalmente tenemos, esas que nos hacen reír sin parar. 
Tengo muchos más recuerdos felices, positivos y de los cuales no quiero olvidarme nunca. Pero hoy, me quedo con estos...a un día raro, malo, gris...si le pones buena energía, le pones empeño en recordar lo bueno, consigues sacarle una sonrisa realmente bonita. 

Porque ya está bien de escribir sobre penas, amores no correspondidos, amores ideales y tantas cosas que nos encanta imaginar. Teniendo tantas cosas buenas sobre las que escribir, y que además, son reales. 

domingo, 23 de marzo de 2014

Mujer siempre fría.

Tú, que tantas y tantas veces me has dicho lo fría y calculadora que soy. Tú, que siempre que soy fría me buscas e intentas convencerme que necesito relajarme y ser más cariñosa, tú que logras desordenar mi vida una y mil veces, tú eres ese que me sigue llamando "fría". Soy esa mujer, según tú, que siempre es capaz de separar las cosas. Capaz de mantenerme fría y distante cuando intentas volverme loca, pero te equivocabas. Puedo aparentarlo, puedo intentarlo...pero contigo no lo consigo, al final, siempre me logras atrapar. 

Creo que quizá lo que más te gusta de mi es ese punto de frialdad que muestro, ese comportamiento distante contigo, esa forma de hacer ver que no me importas, que no siento nada, que nada me duele, que mi corazón es fuerte y frío. Pienso, sinceramente, que cuando dejo eso de lado, entonces ya dejo de interesarte, ya no llamo tu atención y necesitas alejarte. Pero sabes una cosa? Lo siento, no soy fría ni calculadora, aunque no lo creas, soy una persona con sentimientos, pero que contigo intento mantener una distancia prudencial, esa distancia corta pero tensa, para que no me atrapes a la primera de cambio. Pero indudablemente, terminas atrapándome. Eres mi mayor debilidad, mi peor sentimiento, mi gran pasión, un sueño que quizás nunca lograré alcanzar, pero que creo que lo dejo pasar de una vez por todas. No porque no me sigas removiendo todos esos sentimientos dentro de mi, si no, porque creo que no puedo luchar incesantemente. Eres como esa letra de canción que nunca me cansaré de cantar, y que como diría A.Sanz "me besas y me hundo y sé, que nadie en este mundo entendería porqué queremos volver"

Te he visto besarte con otras, y mirarme, he visto como miras a cualquiera que me besa, como en mis dos relaciones, intentaste "malmeter" de alguna manera, con algún comentario fuera de lugar. Por suerte, en las dos fui previsora. Ya que dicen que más vale prevenir que curar, y eso hice. Porque pienso que tu intención no es hacerme daño, pero tampoco sabes evitarmelo. No te culpo, más bien me culpo a mi, al fin y al cabo soy la única que podría protegerme de ciertas caídas y me tiro al vacío sin pensar.

Es curioso, como una persona como yo, según tú, mujer siempre fría, es capaz de mostrar sus sentimientos sabiendo que puede pasarlo mal, otra vez. Pero como te dije en su momento, si me volví fría tuve de quien aprender, tuve quien me fue dando clases de no mostrar sentimientos, clases de engañarse a uno mismo, clases de no querer a nadie más que a uno mismo. Y lo siento, porque sé que en su momento, y en parte, por mi culpa, te quedaste solo, te dejaron de lado los de siempre, los que eran tus amigos, pero se convirtieron en los mios.

Sabes lo mejor de todo, es que ahora no quiero culparte de nada, no quiero sentir nada malo hacia ti, mis sentimientos son positivos, y aunque estemos destinados a no estar juntos, por los motivos que sean, te deseo lo mejor y sobre todo, me deseo lo mejor contigo o sin ti. Y que si lo que te gusta de mi es que sea fría y calculadora, lo siento, eso solo me dura un tiempo, hasta que me vuelvo débil ante ti, ante mis sentimientos. Y no me importa, me gusta mostrarme tal cual soy y sentir lo que siento. Aunque tú me prefieras fría y distante. 

domingo, 16 de marzo de 2014

El día cero.

Después de todo este tiempo pensando cómo decirte lo que me pasa, pensando cómo sería tu reacción...por fin me decidí, cogí aire, apreté los dientes y te escribí. Lo hice así porque tú, que ya me conoces, sabías que algo pasaba y no quisiste ni siquiera verme. Sé que nadie debe entender porqué me gustaste en su momento, y mucho menos, porque otra vez me volví a enganchar a ti. Es curioso que la persona que más me hizo sufrir, más me engañó y más me manipuló, sea la persona que casualmente más me enamoró. Que cuando tú estás en mi mente, me siento como si estuviera quieta en mitad de la calle, rodeada de mil personas que no hacen más que pasar por mi lado, sin dejarme concentrarme en nada que no seas tú. Y eso es muy difícil de soportar.

Otra vez, debo desengancharme de ti, y espero, que sea para siempre. No sé si podría soportar nuevamente el volver a rozarte, besarte, tenerte entre mis brazos...que sabes bien lo que me pasa contigo, que sabes que esto que siento no va y viene, simplemente siempre está ahí y a veces, lo dejo oculto, bien guardado para no hacerme daño. Pero que eres esa persona con la que no me da miedo arriesgarme y compartir mi vida, eres esa persona que sabe como atraparme y luego dejarme tirada, sin ser capaz de odiarte. Que me hubiera gustado encontrarte en otro momento de mi vida, quizás en un momento que tú no estuvieras volátil, esa palabra me ha dejado marcada. Y creo que la tendré metida en mi cabeza para toda la vida...qué difíciles son las despedidas ¿verdad? Siempre tan amargas, tan raras...las nuestras además, no son tajantes, nunca nos decimos adiós, simplemente nos alejamos con excusas. Esta vez, la excusa es tu "momento". Y créeme que lo acepto y sobre todo, lo respeto, pero tú sabías que esto podía pasar y aún así fuiste insistiendo hasta convencerme. Y lo peor, yo, me dejé nuevamente arrastrar por ti. Con diez años de diferencia, hemos vuelto a empezar y a terminar, sin comenzar nada. Esto me recuerda el "hilo rojo", ese hilo que por mucho que se tense, se líe, se enrede...nunca se rompe y otra vez vuelven a encontrarse. Pero ya no me sirve, esta vez no quiero odiarte, sólo olvidarte, sacarte de mi cabeza, de mi corazón y ser dos cordiales desconocidos. 

Yo que siempre digo que no soy capaz de querer a nadie para siempre, mírame. Aquí estoy doce años después, queriéndote de más, lo que a ti te importo de menos. Aunque si te soy sincera, sé que te gusto, que te importo y que seguramente sientes más de lo que dices, pero eres una persona inconformista, y eso, en parte, también lo pago yo. Porque no me creo que seas capaz de mirarme como lo haces, como lo has hecho siempre, que seas capaz de tocarme de esa manera, e incluso que seas capaz de dejar el orgullo de lado para volver a hablarme, pero que no sientas nada por mi. Lo siento, llámame creída, pero no te creo. Por ese mismo motivo, estoy mucho más triste, porque una relación puede ir mal por mil motivos, pero que no empieces nada por miedo o por cualquier otro motivo, eso no me gusta, no me sirve, no lo entiendo. 

Esta vez, no voy a insistir, no voy a volver a llamarte, ni siquiera te eliminaré de nada, ni de mi vida...seguirás formando parte de ella hasta que tú quieras, y ojalá algún día te arrepientas y vengas a decírmelo, no para estr contigo, simplemente para poder decirte que ya lo sabía. No voy a despedirme, porque aún sigues aquí metido, y sé que seguirás dentro de mi, posiblemente, para siempre, pero aprenderé a sobrellevarlo, a vivir mi vida sin que tú formes parte de ella, a no verte, ni hablarte...a no sentirte más. 


*Te quiero. Nos vemos en el camino.*

domingo, 2 de marzo de 2014

Adicciones.

Nos pasamos la vida procurando no caer en ciertas adicciones tan malas como el alcohol, la cocaína, la maría...las drogas "malas" en general. Pero nadie nos avisa que existen otras adicciones tan duras o más de las que es casi imposible salir, y mucho menos, salir sin daños graves. 

Tú, eres una de esas drogas de las que no sé si seré capaz de desengancharme en algún momento de mi vida. Parece realmente fácil desde fuera, todo el mundo es capaz de dar consejos, de saber qué es lo que mejor te conviene. Todos sabemos decirle a los demás cómo dejarlo correr y centrarnos en otras personas, pero a la hora de la verdad, en el corazón no mandamos. Él va por libre. Nunca consulta con tu cabeza, ni siquiera contigo mismo.

Cada día me propongo sacarte de mi vida, porque volver a verte, a hablarte, tocarte o besarte es lo que me hace volverme débil, vulnerable...hace que puedas hacer de mi lo que quieras. Pero tan sólo me lo propongo, a la hora de la verdad pienso: "Sólo una vez más". Siendo consciente que la caída cada vez puede ser más dura, caeré desde lo más alto, para que alguien me ayude a recoger mis pedazos y volverme a reconstruir. Pero no me importa, esos pocos momentos que te tengo, esos son los más bonitos y felices. Aunque siempre tengan un sabor agridulce, y aunque nadie entienda cómo puedo vivir así, es muy fácil. Estoy enamorada. Qué bonito suena, verdad? Me encantaría poder gritarlo, decírselo a todo el mundo, mirarte a los ojos y decirtelo a ti. Pero no soy capaz. Ni siquiera soy capaz de decirlo en voz alta por miedo a que esto que hay se pierda. Esta nada que tanto me llena. 

Me encanta recordar tus besos, y no sólo los de ahora, recordar aquel primer beso que debía ser el primero y el último - eso me dijiste- pero nunca fue verdad, siempre hubo un próximo intento de último beso, y cada vez era peor. Te habías convertido en mi gran adicción, esa de la que no quiero desengancharme jamás, pero que si pongo los pies en el suelo, eres la adicción más difícil de la que me tengo que alejar. Es verdad que no sé ni lo que sientes, ni lo que piensas...pero, algo dentro de mi me dice que no me convienes, que te quiero de más. Que lo hago por encima de mis posibilidades, y créeme, eso no es nada bueno. Que me encanta que hagas cosas conmigo, por mi...que me digas que consigo lo que quiero de ti, que te cueste decirme que no, que no sepas apartarme de tu vida para siempre, y que sigamos jugando aún sabiendo que podemos acabar muy quemados. Me gustaría que me dejaras darte una explicación de lo que quiero, porque estoy convencida que puede ser sorprenderte saber que no quiero cortar tu libertad, tan sólo compartirla. Desde el respeto, el cariño, el amor...me encantaría. 

De momento, me he marcado una fecha límite para decirte todo esto a la cara, y ver como después me rompes el corazón, te vas sin decirme nada, y entonces, será el momento de dejar mi adicción a tus besos, a tus caricias, a tus miradas...pero nunca podré olvidarte. En todo este tiempo no he sido capaz de hacerlo, recuerdo perfectamente tu primer beso, tu primera mirada de complicidad, tu primera caricia...y eso me sigue revolviendo el estómago. 



*Quizá necesite equivocarme para saber qué camino escoger*

domingo, 2 de febrero de 2014

20 años.

Des de que escuché esa canción de A.Sanz: "20 años", no he parado ni un segundo en pensar que estaba hecha para nosotros dos. Nosotros hemos compartido ya más de veinte años, siempre juntos, siempre apoyándonos el uno al otro. Sin dar explicaciones, sin ningún contrato que firmar, ni ninguna condición que poner a nuestra relación más que la sinceridad. Sabes que esa ha sido y sigue siendo la base de nuestra relación, que esa sinceridad que compartimos hace que sigamos juntos. Es verdad que mucha gente nunca ha llegado a entender como dos personas del sexo opuesto son capaces de compartir todo y nunca llegar a sentir nada más allá de una verdadera amistad. Que puede que suene raro, pero eres esa persona que está por encima de todas las demás sin necesidad de tener la misma sangre. Que es cierto que no eres legalmente de mi familia, pero para mi eres igual de importante que si un papel lo pudiera decir. 

Eres esa persona que necesito saber que tengo siempre a mi lado, ese que sé que nunca me ha fallado y en el cual confío ciegamente, que soy capaz de poner no una mano, si no, el cuerpo entero en el fuego y saber que nunca me voy a quemar. Eres el único hombre que no mira si soy guapa o fea, para darme todo el cariño, que simplemente nos cruzamos en nuestro camino y no sé muy bien como ni porqué, decidimos caminar juntos, decidimos apoyarnos el uno al otro, decirnos la verdad siempre, aunque sea lo más doloroso. Decidimos que por encima de nuestras relaciones de pareja, siempre nos íbamos a tener el uno al otro, que eran los demás los que debían entender esta relación tan especial. Y digo que es una relación especial, porque es la más especial que he tenido nunca. No eres mi hermano, pero te quiero tanto como a un hermano, te quiero como nunca querré a nadie (así como nunca podré querer a nadie como a mi madre o a mi padre), porque no hay nadie como tú.

Eres aquel que me mira a los ojos y sabe como estoy, ese que me escribe sólo para darme los buenos días, o decirme que me quiere. Sin más. Ese que no veo tan a menudo como me gustaría, ese con el que hablo muy poco, pero que siempre buscamos un momento para nosotros, con el que comparto mis confidencias y aunque no las comparta, las respeta. Incluso eres el único que aún sabiendo que me estoy equivocando, sabiendo que la caída va a ser de las más duras...me dice: "adelante, yo te apoyo". Me gusta tenerte en mi vida, porque me das lo que necesito siempre, no te importa no quedar bien conmigo si lo que estás haciendo es por mi bien. Te da igual si alguien no entiende que tengamos un día sólo para los dos, porque es nuestro día, nuestro momento y eso nada ni nadie lo cambiará. Que eres capaz de conocer a alguien sólo porque a mi me haría feliz. Capaz de dar segundas oportunidades, para descubrir si tengo o no razón. 

Me podría pasar días, horas, semanas e incluso meses escribiendo porque te quiero, porque me gustas, porque no te quiero perder...pero simplemente lo resumo en que eres TÚ. Que si después de tantos años, tantas horas, tantos días, nunca ha habido nada ni nadie que nos separe, podemos soportar la peor tormenta, que mientras estemos juntos nada nos podrá vencer. 

Sólo me queda recordarte que te quiero por encima de todas las cosas. Y darte las gracias por seguir a mi lado, por ayudarme a luchar, por convencerme que soy capaz y por darme la mano cuando me caigo...sé que sin ti nada sería lo mismo.



Y es que nuestro amor es a prueba de balas...
Y se crece con las batallas.

martes, 21 de enero de 2014

¿Quieres?

¿Quieres arriesgar conmigo?¿Quieres que intentemos compartir una parte de estas vidas que llevamos? ¿Quieres que empecemos a conocernos nuevamente? Sin mentiras, sin secretos, sin pensar en nadie más que no seamos nosotros. Que volvamos a empezar, que gritemos al mundo entero que todo nos da igual, que queremos ser felices, que quizá nos estemos equivocando de camino e incluso de decisión, pero será nuestra decisión y si después tenemos que levantarnos porque nos hemos caído, ya nos levantaremos. 

Necesito gritar, correr, saltar...ser nuevamente yo. Demostrarte lo que siento, decirte lo que quiero, lo que me gustaría hacer, vivir, compartir...lo que sueño cada noche y lo que pienso cada día. Que me encantaría compartir mi vida contigo, tomar decisiones importantes a tu lado, que me des tu opinión y me digas que me estoy equivocando, pero que aún así me apoyas. Que quiero sentir tus manos al despertar, tu voz al llegar a casa o al buscar algo que no encuentro. Me muero de ganas por olerte al irme a dormir, que me abraces y me des la seguridad que necesito, la tranquilidad que me merezco...que quiero tenerte a mi lado. 

No quiero que creas que quiero controlar tu vida, que tan solo vivas conmigo, ni que dejes de lado tus amigos, tus aficiones, ni tus días de cervezas o lo que quieras, sólo quiero que los ratos en los que no tienes nada, los utilices para estar a mi lado y que los ratos que ya tienes ocupados con otras personas, esos quiero que tan sólo te apetezca compartirlos, aunque yo lo respetaré y no te haré de sombra. Sólo quiero que te apetezca contar conmigo, compartir conmigo la felicidad, los buenos momentos, los malos momentos, las discusiones, los problemas más importantes y aquellos que sean insignificantes...

Sé que para todo esto debería ser valiente, arriesgar, jugar e intentar ganar, pero aún no me atrevo...yo que siempre soy tan organizada en todo, a mi que tanto me gusta controlar lo que hago, ser sincera y directa. Que eso es lo que más me gusta de mi, que nunca me callo las cosas...pero contigo no sé que es lo que me pasa que me da miedo, quizás miedo a perder lo que ya no tengo, miedo a perder lo que ya perdí una vez. Miedo a no ganar nada...pero tengo mucho más miedo a que me digas que sí a todo y no saber afrontarlo. No sé a que tengo miedo...porque tengo miedo a todo. 

sábado, 18 de enero de 2014

El día que decida ser valiente.

El día que decida ser valiente, cogeré carrerilla, respiraré hondo varias veces para que las palabras salgan más rápidas y directas, estudiaré cada movimiento de mi cuerpo para acercarme a ti de frente, sin temblar, sin pensarlo...directa a tus ojos.

Ese día me prepararé toda la tila del mundo, para poder dormir después de hablarte, porque suceda lo que suceda, créeme que la necesitaré seguro. Es lo que tiene que tan sólo tu presencia me haga temblar hasta las pestañas, es lo que me pasa cuando me rozas, cuando me tocas...me derrito, y si me besas, me posees hasta tal punto que creo que podría hacer cualquier cosa que me propusiera en ese momento de éxtasis. Momento en el que se me para el tiempo y no existe nada que no seas tú, tu cuerpo, tu boca...todo acompañado con mi boca y mi cuerpo, que se enlaza con el tuyo.

Sé que estoy alargando la espera, el saber qué pasará, pero no quiero precipitarme, quiero ser consciente de lo que yo siento, si esto es sólo un capricho, un deseo...o es algo más, si quiero arriesgar para estar siempre a tu lado, aún sabiendo que puede que tú me des una negativa. Prefiero el riesgo por tu parte, que arriesgar sin estar segura, sin saber qué es lo que siento, lo que pienso o lo que quiero...porque tengo claro que no quiero que juegues conmigo, pero tampoco quiero jugar contigo...y mira que me propuse hacerte pasar todo lo que pasé, pero no puedo, creo que en la vida no se debe ser vengativo y mucho menos cruel, que cada cosa tiene su momento, cada persona evoluciona de una manera y nadie debe castigar a nadie por sus actos del pasado, y mucho menos a alguien que te importa, tan sólo por sentirme más fuerte frente a ti. 

Así que aquí estoy pensando, hablando conmigo misma, diciéndole a mi cabeza que hable con mi corazón y se aclaren de una vez, que mi cuerpo sé lo que me pide, sé lo que me dice, pero hay momentos en los que dudamos, nos tambaleamos y puede que hasta nos neguemos a sentir...no quiero precipitarme en decidir. Y aunque es cierto, que quizá la caída pueda ser demasiado grande esta vez, la asumiré con todas sus consecuencias, con todos sus pros y contras. Me estoy preparando para volver a levantarme, pero esta vez aunque sea por ti, la culpa es mia. Y si por el contrario, tu respuesta coincide con la mía, seré feliz, y también me tocará asumir las consecuencias frente a los demás, frente al mundo que no me entiende, frente a mis amigos, esos que no comparten que vuelvas a formar parte de mi vida, de mi historia...porque saben que me posees y que quizás, otra vez puedas hacerme daño...pero sé que aquellos que me quieren si caigo, estarán ahí para ayudarme a levantar, para reconstruir mis pedazos si hace falta, y también para decir que ya me lo advirtieron. 

Pero sabes una cosa, sólo voy a pensar en mi, en lo que yo quiero, en lo que a mi me importa e interesa, en aquello que quiero vivir y sentir. Y si me equivoco, ya rectificaré. 


*ese último momento, cuando no queda tiempo para decir siquiera: "te voy a echar de menos"

viernes, 17 de enero de 2014

Dos desconocidos.

Ellos se quieren como si no existiera nadie más en la vida, como si el uno fuese la mitad del otro, como el sol y la luna, como las nubes al cielo, que sin él no podrían estar. Se quieren tanto que no entienden lo que les pasa, se quieren y no hay más verdad que esa. Pero la vida no es fácil, se quieren es cierto, pero nunca a los ojos de la gente, siempre a solas. 

Ellos se quieren, de eso ninguno tiene dudas, pero no saben ser dos y uno a la vez. No saben estar juntos sin más y compartirlo con el resto del mundo, tan sólo han aprendido a estar solos a oscuras, sin nadie que pueda verlos, mirarlos y observarlos...y eso, les hace daño. Ellos no lo saben aún, pero hay cosas que deben decirse para poder realizarse, que no están haciendo nada malo y pueden ser felices, pero para eso...deben quererse sin miedo, mirándose a los ojos y de verdad. 

Es tan fácil hablar desde fuera, con otra perspectiva y dar consejos...es tan fácil decirles que arriesguen, que luchen por su felicidad, por su amor, decirles que todo irá bien, y que si no va bien es porque no debían ser. Pero sé que no es tan fácil ser valiente, asumir las consecuencias de ese amor, gritar a los cuatro vientos que se quieren y que nada ni nadie hará que eso cambie. Pero los dos saben que así no podrá funcionar nunca del todo, que seguirán siempre a medio gas, con medias ganas al estar juntos y con todas las ganas del mundo cuando estén separados. Porque la vida es así de curiosa y rara, es cierto que nosotros muchas veces la hacemos complicada, más de lo que deberíamos...pero nadie tiene el manual para vivir la vida, nadie tiene una técnica perfecta, nadie tiene la fórmula secreta para la felicidad plena con el amor de tu vida.

Así que creo que ellos se seguirán queriendo a escondidas, en secreto, a solas y en la oscuridad, sin que nadie los pueda ver ni observar, sin dejar la libertad de vivir, de compartir y de demostrarle al mundo que se quieren. Y la verdad, es una pena que vivan así un amor tan puro y sincero como el suyo, porque yo sé que se quieren desde hace tiempo, incluso antes de saber que se querían, yo lo vi en sus ojos.


Ellos se quieren, de eso no tengo duda...pero los he visto y se muestran tan fríos delante de la gente que es normal que luego a solas el fuego esté demasiado encendido y se quemen de más. A él se le parte el corazón al verla pasar y poder rozarla, ella se mantiene fría, distante...es como si nada de lo que sienten formara parte de ella. Ellos se quieren.

lunes, 13 de enero de 2014

365

Puede que esta entrada sea un poco cruel, es como celebrar la muerte de alguien que quieres; festejar la pérdida de aquello que tanto querías...pero hoy me siento triste y contenta. 

Me siento triste porque durante cinco años, jamás recordé exactamente qué día te besé por primera vez, intuíamos la fecha, pero no la recordaba exactamente, en cambio, hoy recuerdo perfectamente que justo hace un año que decidí dejarte, alejarme para siempre de ti, dejar de lado mi relación contigo para seguir mi camino completamente sola, o no, pero lo que tenía claro era que ya no quería seguir compartiendo mi vida contigo, no me gustaba la idea de que fuéramos más tú y yo. Ya no te imaginaba en mi futuro, la idea de formar una familia contigo me atormentaba, sólo pensarlo me dolía la barriga como cuando era pequeña y no quería comer. Me dolía el pecho como cuando sentía miedo a perderme, y lo peor, se me partía el alma en mil pedazos por estar fracasando otra vez, por sentir que después de luchar mil batallas por esa maldita relación, ganaba la última sin contar contigo. Descubrí que luchando sola, ganaba mucho más que en tu compañía; que ya nada más me ataría a ti ni a tu vida y mucho menos a tu entorno, ese que me intentó separar de ti tantas y tantas veces, ese mismo entorno me dió el empujón que me faltaba para romper cualquier lazo contigo. Agradéceselo a ellos siempre.

Por otro lado me siento feliz, porque ese mismo día que sentí todo ese dolor, empecé a sentir paz en mi interior, lloré toda la noche, saqué todo aquello que me ahogaba, me liberé del dolor, del malhumor, de las ganas de no llegar nunca a casa, de las ganas de salir corriendo sin mirar atrás, del miedo a seguir sintiéndome sola a tu lado cada noche. Quería volver a empezar, y si el precio era retroceder cuarenta pasos para coger carrerilla, lo haría y aprovecharía el trayecto para coger aire. 

Ahora ya ha pasado un año, un año en el que tú no has formado parte de mi vida, en el que yo no he querido seguir formando parte de la tuya, sé que dejé de quererte mucho antes de ese día, que no quería seguir a tu lado desde hacía meses, que seguramente me equivoqué en las formas, pero no puedo decirte más que lo siento, siento todo el daño que te hice, todo el dolor que causé...y aunque no quiero que esto suene a reproche, recuerda que todo eso que yo te hice sentir hace hoy un año, tú me lo hiciste sentir dos veces durante los cinco años de relación, y aún así yo volví a tu lado, seguía queriéndote y lo dí todo por compartir un poquito de vida contigo. Ahora me vuelvo a despedir, espero que la vida te trate como te mereces, que encuentres aquello que necesites y te haga feliz...pero tristemente, espero poder decir que yo no formaré más parte de tu vida, aunque no me atrevo a decirlo en voz muy alta, es lo que ahora mismo más deseo.

miércoles, 8 de enero de 2014

TE ODIO.

"Odiar es algo que nace de las cenizas de un amor, como el Ave Fénix, el cuál siempre lo vamos a llevar con nosotros, porque no podemos olvidar a quién odiamos, porque lo amamos."

Cuántas veces lo habré dicho y lo habré pensado, te odio. Lo decía con rabia, con rencor, con malos pensamientos, sin ganas de decir nada más que eso, te odio. Pero los dos sabemos que no fue así, nunca pude odiarte de verdad. Jamás conseguí olvidarte, desengancharme de ti, de tus labios, olvidar tu olor, tus ojos y tu sonrisa...no he sido capaz y por eso mismo, te odio. Te odio de la misma manera que la primera vez que empecé a odiarte, como si fueras el único hombre que existe en la tierra y aún así, no pudiéramos estar juntos. 

Y así te odio...


Después de escuchar una y mil veces esta canción, me he dado cuenta que es así como te odio. "Te odio como nadie en este mundo te odiará, te odio, como no se puede odiar a nadie más". Te odio así, porque realmente te quiero, porque te quise y te sigo queriéndo...por eso mismo, te odio. Me odio a mi misma, por no saber qué quiero contigo. Y cada vez que nos encontramos, al irte, te odio un poco más, en el momento que ya no te tengo y que creo que no voy a volver a tenerte a mi lado, es entonces cuando mi odio aparece y se apodera de mi, como si no hubiera nada más.

Quisiera ser más valiente, hacer caso de mis propios consejos y lanzarme a la piscina, sin miedo a que no quede agua, sin miedo a ahogarme por lo llena que me la pueda encontrar, porque el miedo no lleva a ninguna parte, pero se apodera de mi y me devuelve el odio hacia ti. Así que después de tantos años, días, horas, minutos y segundo...después de todo, no sé muy bien lo que me pasa. O quizás, tengo tanto miedo a ser sincera conmigo misma y con los demás que me protejo tras el odio. Pero no quiero quedarme con las ganas, otra vez, de saber si tú y yo podemos ser algo más que nada. 




Me encantaría despedirme de ti de otra manera, pero no puedo...te odio.

lunes, 6 de enero de 2014

Día de Reyes.

Recuerdo cuánta ilusión me hacía despertar en un día como hoy, ilusión que aún haciéndome mayor seguía teniendo...pero eso cambió hace ya dos años. Perdí esas ganas de irme a dormir pronto, de esconder los regalos, de despertarme temprano para rebuscar por toda la casa y encontrar algún regalo, algún detalle...y creo que no debería ser así. La ilusión no debería perderse nunca. Las ganas de sorprender a nadie, de sorprenderte a ti mismo, eso NUNCA deberíamos dejar perderlo. Así que este año, aunque no tenía nada que buscar por casa, ninguna sorpresa que recibir y poca sorpresa que dar...he decidido que es el último año que celebro así un día tan especial y mágico. A partir de ahora, siempre lo celebraré y lo disfrutaré como cuando tenía cinco años, cuando me iba a dormir nerviosa, con esa risilla que no dejaba a mis padres tranquilos, ni mucho menos a mi hermano. 

Pienso retomarlo por mi, por lo que pueda venir, por lo que pueda pasar...porque creo que la ilusión es de las pocas cosas que debemos conservar siempre y que no importa la edad. Que los Reyes son magos y siempre habrá quien se acuerde de ti, quien te quiera dedicar ni que sea una sonrisa, un guiño...un momento, ni que sea un sólo segundo. Que quizás en un día como hoy solo esperamos regalos materiales, pero debemos ser capaces de valorar todo aquello no material que nos ofrece nuestro alrededor...yo hoy he recibido algo muy importante: cariño, palabras bonitas, risas, bromas...todo esto de forma gratuita, sin ni siquiera pedirlo. Creo que estas pequeñas cosas son mucho más importantes que un regalo material, así que gracias a esas personas que hacéis posible que cada día tenga sorpresas y regalos, porque sinceramente creo que no hay mejor regalo que tener al lado personas que te quieren tal como eres. Personas que da igual a la hora que les llames o les cuentes tus problemas, tus inquietudes, tus alegrías...SIEMPRE están ahí. 

Así que hoy, aunque no haya tenido ningún regalo para abrir en casa, nada que rebuscar para encontrar por sorpresa...quiero agradecer a esas personas que día a día hacen que mi vida sea un poquito más especial, más feliz, menos amarga...Y si aún estoy a tiempo de pedirles algo a los resyes (no os volveré a pedir a esa persona envuelta en una caja grande, porque ya he visto que no habéis podido traerla), os pido que cuidéis de todos aquellos que me importan, todos aquellos que lo merecen, y merecen ser un poquito más felices a diario. Os pido también que cuidéis de ellas, lo necesitan y yo a ellas a mi lado... Creo que he sido buena, y tampoco pido tantas cosas. 

Gracias por adelantado. 


jueves, 2 de enero de 2014

Aprende a dar las gracias.

De pequeño siempre nos enseñan que debemos dar las gracias, pedir las cosas por favor, ser educado, respetuoso, pedir perdón...pero con el paso de los años se nos olvidan ciertos detalles, pero en cambio, se los seguimos exigiendo a los más pequeños.

En el 2013 me he reencontrado a mi misma, he vuelto a descubrirme. He descubierto cosas nuevas de mi, he dejado de lado cosas que no me gustaban, he aceptado nuevos aprendizajes y he vuelto a dar las GRACIAS, a decir TE QUIERO, y he vuelto a ser YO, sin pensar en nadie más...algo que perdí durante un período de tiempo y que tanto echaba de menos.

Me he dado cuenta que hay cosas que no soportaba y que hoy no sabría vivir sin ellas, que no soporto ciertas cosas que antes creía que me gustaban...

*Me gusta...
que me besen en el cuello de repente.
las bromas más tontas que siempre me hacen reír, aunque la repitan mil veces.
no tener horarios para nada que no sea necesario.
salir a pasear sin ningún otro objetivo.
romper con la rutina.
que me llamen a deshoras para hacer cualquier cosa.
pasarme la noche hablando por whatsapp con alguien importante, aunque no digamos nada serio.
ver partidos de futbol, y más si son en el campo.
probar la comida que siempre digo que no me gusta.
dar dos besos y un abrazo a la gente quiero.
pedir que me abracen para dormir, porque me siento más segura.
que me miren a los ojos y me pongan caras.
ducharme sola.
que me pregunten si estoy bien solo porque no sonrío sin más.

*No me gusta...
que me pidan besos en vez de dármelos, sin más.
escuchar el silencio mientras comparto mesa con alguien.
que me pidan la comida en los restaurantes para ir más rápido.
ver en la tele algo que no me apetece.
irme a dormir sólo porque al día siguiente toque madrugar.
salir cuando toca sin improvisar.
que ordenen mis cosas.
que no entiendan que hay cosas muy simples que me dan vida.
que me quiten la canción que estoy cantando.
que no entiendan que me gusta mi orden.


Pero aunque haya descubierto o redescubierto todas estas cosas nuevas, sé que me siguen gustando cosas tan simples como dar las gracias, pedir perdón, dar besos sin motivos, pensar y decir lo que pienso y que la otra persona no se moleste, poder hablar sin miedo a nada, ser yo misma y reirme de mis defectos.

Este 2014 lo empiezo feliz de tener a los de siempre, a los que nunca se fueron y a los que han regresado...con ganas de seguir redescubriéndome y dejándome llevar por lo que siento.





*hay que ser valiente, arriesgar y arrepentirse si es necesario*