viernes, 17 de enero de 2014

Dos desconocidos.

Ellos se quieren como si no existiera nadie más en la vida, como si el uno fuese la mitad del otro, como el sol y la luna, como las nubes al cielo, que sin él no podrían estar. Se quieren tanto que no entienden lo que les pasa, se quieren y no hay más verdad que esa. Pero la vida no es fácil, se quieren es cierto, pero nunca a los ojos de la gente, siempre a solas. 

Ellos se quieren, de eso ninguno tiene dudas, pero no saben ser dos y uno a la vez. No saben estar juntos sin más y compartirlo con el resto del mundo, tan sólo han aprendido a estar solos a oscuras, sin nadie que pueda verlos, mirarlos y observarlos...y eso, les hace daño. Ellos no lo saben aún, pero hay cosas que deben decirse para poder realizarse, que no están haciendo nada malo y pueden ser felices, pero para eso...deben quererse sin miedo, mirándose a los ojos y de verdad. 

Es tan fácil hablar desde fuera, con otra perspectiva y dar consejos...es tan fácil decirles que arriesguen, que luchen por su felicidad, por su amor, decirles que todo irá bien, y que si no va bien es porque no debían ser. Pero sé que no es tan fácil ser valiente, asumir las consecuencias de ese amor, gritar a los cuatro vientos que se quieren y que nada ni nadie hará que eso cambie. Pero los dos saben que así no podrá funcionar nunca del todo, que seguirán siempre a medio gas, con medias ganas al estar juntos y con todas las ganas del mundo cuando estén separados. Porque la vida es así de curiosa y rara, es cierto que nosotros muchas veces la hacemos complicada, más de lo que deberíamos...pero nadie tiene el manual para vivir la vida, nadie tiene una técnica perfecta, nadie tiene la fórmula secreta para la felicidad plena con el amor de tu vida.

Así que creo que ellos se seguirán queriendo a escondidas, en secreto, a solas y en la oscuridad, sin que nadie los pueda ver ni observar, sin dejar la libertad de vivir, de compartir y de demostrarle al mundo que se quieren. Y la verdad, es una pena que vivan así un amor tan puro y sincero como el suyo, porque yo sé que se quieren desde hace tiempo, incluso antes de saber que se querían, yo lo vi en sus ojos.


Ellos se quieren, de eso no tengo duda...pero los he visto y se muestran tan fríos delante de la gente que es normal que luego a solas el fuego esté demasiado encendido y se quemen de más. A él se le parte el corazón al verla pasar y poder rozarla, ella se mantiene fría, distante...es como si nada de lo que sienten formara parte de ella. Ellos se quieren.

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