jueves, 26 de diciembre de 2013

Miedo

"Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino el que conquista ese miedo."
                                                                                                       -Nelson Mandela-


Cada día soy más consciente que con el paso de los años el miedo se apodera muy lentamente de nosotros. Cuando era pequeña no tenía miedo practicamente a nada. No me daba miedo saltar sin saber dónde iba a caer; tampoco me daba miedo quedarme sola en una habitación a oscuras; no me daba miedo a expresarme delante de nadie, podía decir aquello que pensaba sin preocuparme de nada más; tampoco me daba miedo lo desconocido; me atrevía a casi todo; no había reto que no me pareciera interesante de afrontar. Ahora, con el paso de los años, el miedo me paraliza lentamente, hay días que me quedaría en la cama simplemente por el miedo a un día nuevo; hablar con gente desconocida me cuesta cada vez más; soy capaz de estar sola, pero ya no siento la misma sensación de bienestar que sentía hace unos años; y lo peor de todo...tengo MIEDO de decir lo que pienso en algunas ocasiones, pero mucho más a decir lo que siento cuando creo que esa persona puede rechazarme. 

Seguramente sea cobarde por mi parte pensar así, creer que es mejor callar, por miedo a no obtener aquella respuesta que me gustaría. Y mira que hasta hace poco me consideraba una persona sincera, directa y atrevida...pero creo que el sentimiento me tiene atrapada en una burbuja de la cual no sé si quiero salir, ya que puede que fuera de ella vaya a sufrir. No es valiente pensar así, pero la gente no entiende muchas veces lo difícil que puede ser volver a volver a empezar...cuando toca empezar de nuevo es duro, pero cuando lo has tenido que hacer varias veces, cada vez cuesta más el entregarte, el buscar lo nuevo, el arriesgar sin miedo a nada. 



 La verdad que cuando alguien me dice algo así, soy la primera en dar los típicos consejos de valentía, de fuerza y empuje...pero, ay cuando somos nosotros los que tenemos que hacer caso a esos consejos que parecen tan sencillos. En ese momento, analizamos todas aquellas frases que poco tiempo antes hemos sido capaces de decirle a nuestra amiga con todo la seguridad del mundo. 

- Quien no arriesga no gana; qué cierto, pero arriesgar sin saber si vas a ganar es como tirarse por un barranco.
- Tírate a la piscina; claro que sí! Hay que ser valiente y tirarse, y ya veremos si hay o no agua...pero mejor me espero unos días, a ver si veo claramente que está llena.
- Quien algo quiere, algo le cuesta; pero si cuesta poco mejor, no vaya a ser que pague un precio demasiado alto.

Podría decir muchas más frases, pero es cierto que por mucho que las diga no las voy a aplicar a corto plazo. Aunque también es cierto, que me encantaría hacerlo y obtener una respuesta clara, ya sea negativa o positiva.

Así que hoy me doy un consejo a mi misma: "recupera aquella valentía, aquellas ganas de seguir adelante sin temor a lo que vendrá, aquella curiosidad de cuando era pequeña y atrévete a ser sincera contigo misma". Otra cosa será que lo aplique...

                                                  


    *y si el miedo me gana este pulso, sólo te pido que nunca me dejes de amar*


No hay comentarios:

Publicar un comentario